Hostigamiento laboral: cómo denunciar sin perder tu empleo
El hostigamiento laboral no solo daña la salud mental y física de quien lo sufre; también puede poner en riesgo su estabilidad migratoria si no se actúa con cuidado. Para muchas personas latinas en Estados Unidos, en especial quienes trabajan en limpieza, construcción, cocina o agricultura, el acoso en el trabajo es parte del día a día, pero pocas veces se denuncia.
La Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC, por sus siglas en inglés) recibió más de 32 000 denuncias de acoso en el trabajo solo en 2023, y más de 8 000 cargos relacionados con discriminación por origen nacional. La cifra confirma lo que muchas personas sienten pero no se atreven a decir: que las agresiones en el trabajo no son excepciones, sino patrones que afectan especialmente a quienes hablan español o tienen un estatus migratorio irregular.
Si sospechas que estás pasando por algo parecido o no sabes cómo actuar, en este artículo del blog de Moumita Rahman – Abogados de Inmigración te contamos qué es lo que puedes hacer, cómo identificar el hostigamiento laboral y qué caminos existen para defender tu trabajo sin ponerte en riesgo.
¿Qué es hostigamiento laboral y cuándo se considera ilegal?
Hablar de que es hostigamiento laboral en Estados Unidos no es sencillo, sobre todo cuando las líneas entre una incomodidad y un acoso real parecen difusas. Pero desde el punto de vista legal, hay criterios claros para saber cuándo se considera hostigamiento laboral y cuándo no.
En términos generales, la Equal Employment Opportunity Commission (EEOC) establece que el hostigamiento laboral ocurre cuando una conducta ofensiva es lo suficientemente grave o frecuente como para crear un ambiente de trabajo hostil, humillante o intimidante para la persona afectada.
No se trata de un simple malentendido o de una sola vez. La ley es clara sobre cuándo se considera hostigamiento laboral: requiere que el comportamiento sea reiterado o lo bastante serio como para interferir con el desempeño laboral o afectar la dignidad de la persona trabajadora.
Algunos ejemplos de conductas que podrían ser consideradas como hostigamiento laboral bajo la ley federal incluyen:
- Insultos o burlas constantes por el idioma, el acento o la forma de vestir
- Comentarios racistas, sexistas o sobre el origen nacional
- Toques físicos no deseados o miradas invasivas
- Aislamiento, sabotaje de tareas o asignación deliberada de trabajos peligrosos o humillantes
Ahora bien, no todo ambiente incómodo o trato injusto califica legalmente como hostigamiento laboral. Existen comportamientos inapropiados que, aunque generan malestar, no violan las leyes federales. Por ejemplo:
- Supervisores que son rudos o autoritarios sin discriminar por origen, género o idioma
- Preferencias personales en asignación de tareas que no se basan en características protegidas
- Comentarios aislados o malentendidos sin intención discriminatoria
En estos casos, el contexto y la frecuencia son la clave. La ley considera el patrón de conducta (persistente y que afecte la integridad de la persona), la intención detrás de los actos y si están vinculados a características protegidas como raza, género, nacionalidad o religión. Sólo cuando se cruza ese umbral es que puede intervenir legalmente una agencia como la EEOC.
Y aunque muchas personas piensan que su estatus migratorio limita su derecho a denunciar, eso no es cierto: la EEOC protege a todas las personas trabajadoras, sin importar su ciudadanía.
Hostigamiento laboral: ejemplos de una realidad que viven muchos trabajadores inmigrantes
Rosa llegó a Estados Unidos hace más de una década con el sueño de ofrecerles una vida estable a sus hijos. Originaria de Honduras, lleva ocho años limpiando oficinas por las noches en Manhattan. Una noche, mientras desinfectaba escritorios, su supervisor comenzó a hacerle comentarios sobre su cuerpo cada vez que pasaba. Al principio intentó ignorarlo, pero cuando le recortaron turnos por no seguirle el juego, entendió que lo que vivía no era sólo incomodidad. Las miradas, los comentarios de doble sentido y los silencios incómodos se volvieron rutina. Una rutina que dolía.
Luis, un obrero mexicano de 37 años, trabaja desde hace años en la remodelación de viviendas en Nueva Jersey. Nunca tuvo problemas hasta que lo asignaron a una nueva cuadrilla, donde el capataz empezó a burlarse de su acento frente a otros compañeros. Con el tiempo, lo excluían de tareas seguras y lo enviaban a zonas más peligrosas, sin protección ni explicación. Cuando preguntaba, recibía respuestas sarcásticas o amenazas veladas sobre su “suerte” de tener trabajo. Aunque intentó resistir, el ambiente hostil afectó su salud y su ánimo.
Historias como la de Rosa y la de Luis se repiten más de lo que imaginamos en fábricas, hoteles, cocinas industriales, campos agrícolas y empresas a lo largo y ancho del país. El hostigamiento laboral en Estados Unidos suele tomar formas distintas, pero deja las mismas heridas:
- Supervisores que gritan o amenazan con “llamar a inmigración” si alguien se queja
- Recorte de horas como represalia por no ceder ante insinuaciones
- Bromas humillantes por hablar español o tener acento
- Asignación de tareas peligrosas sin protección ni explicación
- Aislamiento forzado del equipo o cambios de horario sin justificación
Probar legalmente estas situaciones es posible, aunque requiere cuidado y el apoyo adecuado. Documentar fechas, guardar mensajes, pedir ayuda a compañeros o consultar con un abogado laboral puede marcar la diferencia.
En algunos estados, como en Nueva York, incluso se permite grabar conversaciones si una de las partes da consentimiento, pero esto varía según la ley local. Por eso es fundamental conocer los límites y actuar con respaldo legal.
En muchos casos, lo que parece un mal ambiente laboral encubre patrones sistemáticos de acoso. Identificarlos es el primer paso para detenerlos.
¿Se puede demandar por hostigamiento laboral en Estados Unidos?
Incluso si no se cuenta con un estatus migratorio regularizado, se puede demandar por hostigamiento laboral en Estados Unidos.
Toda persona que trabaja en este país tiene derecho a un entorno libre de intimidación, abuso o represalias, sin importar su ciudadanía o lugar de origen.
Estos son algunos de los derechos más importantes al respecto que establece la ley:
- Derecho a trabajar en un ambiente libre de acoso basado en origen, idioma, raza, género o religión
- Derecho a reportar una situación de hostigamiento sin ser despedido ni castigado por ello
- Derecho a que su queja sea tomada en serio por la empresa o autoridad correspondiente
- Derecho a buscar orientación o apoyo legal sin que su estatus migratorio sea un obstáculo
La ley que establece esta protección es el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que prohíbe cualquier tipo de acoso laboral por motivos discriminatorios. Además, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) puede intervenir si el hostigamiento afecta la salud física o mental del trabajador, especialmente en lugares donde hay riesgo laboral directo.
Para presentar una queja, existen diferentes caminos:
- Informar a un supervisor o al área de recursos humanos, si existen procedimientos internos
- Presentar una denuncia ante la EEOC, la agencia federal encargada de estos casos. En la mayoría de los estados el plazo es de 180 días, pero en algunos puede extenderse a 300 si hay leyes locales que también prohíben el acoso
- Buscar asesoría legal o acompañamiento especializado para analizar el caso y tomar decisiones informadas
La propia EEOC establece que no es necesario comprobar la ciudadanía para presentar una queja. Tampoco pueden tomarse represalias legales por reportar una situación de hostigamiento de buena fe. Esto significa que una persona puede ejercer su derecho a denunciar y seguir trabajando sin temor a ser despedida, al menos en términos legales.
Aun así, cada caso es distinto. Contar con apoyo legal puede ser útil para comprender qué opciones existen según su situación personal, laboral y migratoria.
Qué hacer en caso de hostigamiento laboral: pasos prácticos
Saber qué hacer en caso de hostigamiento laboral puede ser abrumador, especialmente cuando hay miedo de perder el empleo o de sufrir represalias.
Sin embargo, existen pasos concretos que pueden ayudarle a proteger su integridad y sus derechos, incluso si aún no tiene estatus migratorio regularizado. Actuar con cuidado, documentar todo y buscar apoyo confiable es clave para enfrentar la situación sin exponerse más de lo necesario.
Estos son algunos pasos prácticos que puede seguir si está enfrentando hostigamiento laboral:
- Documena cada incidente con detalle
Anota fechas, lugares, nombres de las personas involucradas, lo que se dijo o hizo y si hubo testigos. Hacerlo desde el primer momento puede fortalecer tu caso más adelante. - Guarda cualquier mensaje, correo o evidencia física
Si recibiste comentarios inapropiados por escrito, mensajes de texto, correos electrónicos o notas, consérvalos. En algunos estados, también se permite grabar conversaciones si al menos una persona da su consentimiento (infórmese sobre las leyes locales antes de hacerlo). - Busca apoyo emocional o comunitario
Puedes acudir a organizaciones sin fines de lucro, centros comunitarios, iglesias o grupos de apoyo para personas trabajadoras inmigrantes. A veces, hablar del problema con alguien confiable también ayuda a tomar decisiones con más claridad. - Reporta internamente si existen canales disponibles
Si la empresa tiene un área de Recursos Humanos o un procedimiento formal de quejas, puedes usarlo. Si no te sientes seguro, busca acompañamiento antes de hacerlo. - Evita firmar documentos sin entenderlos o sin asesoría legal
En casos de hostigamiento, algunas empresas ofrecen acuerdos de salida o “soluciones” que pueden afectar tus derechos. Es mejor no firmar nada sin haberlo consultado con alguien que conozca las leyes laborales o migratorias aplicables. - Considera buscar orientación legal especializada
Cada estado tiene distintas protecciones y requisitos. Hablar con un abogado puede ayudarte a entender tus opciones y actuar sin poner en riesgo tu estabilidad laboral o migratoria.
Recuerda que las leyes laborales en Estados Unidos prohíben represalias contra quienes denuncian de buena fe situaciones de acoso o abuso en el trabajo. Puedes revisar más sobre estos derechos en fuentes como OSHA o USA.gov.
¿Dónde encontrar ayuda si vives hostigamiento laboral?
Nadie debería sentirse solo ante el hostigamiento laboral, y mucho menos creer que soportarlo es parte del trabajo.
A lo largo de este artículo revisamos qué situaciones califican como acoso según la ley, cómo identificarlo, qué hacer si lo estás viviendo y de qué forma proteger tu estabilidad sin exponerte innecesariamente.
Existen agencias como la EEOC, la OSHA, y centros de apoyo comunitario que ofrecen orientación gratuita y materiales informativos en español. También puedes encontrar organizaciones locales, especialmente en ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Houston o Miami, que acompañan a trabajadores inmigrantes en estos procesos, sin importar su situación migratoria.
Si enfrentas hostigamiento laboral y no sabes cómo actuar, es importante contar con apoyo. Existen abogados que pueden ayudarte a entender tus derechos, reunir pruebas y tomar decisiones sin poner en riesgo tu estabilidad. No estás solo. Incluso en situaciones difíciles, existen formas de avanzar con dignidad y sin miedo.